DIA 8. DELTA DEL OKAVANGO

DIA 8. DELTA DEL OKAVANGO

Amanecer en el Delta

Ya no podíamos vivir sin ver amanecer, así que madrugón y a las 6,30 h, buen desayuno y otro bonito amanecer.




pájaro ?

Dejamos las maletas grandes y pusimos ropa para 2 días en nuestras mochilas.







Garceta encima de un buey

Fuimos en una lancha rápida hacia el Delta del Okavango. Mientras envegábamos por el rio Okavango durante unas 2,30 h vimos cocodrilos y muchos pajaros, martin pescador, garzas, cormoranes,....



Jacaro
Nuestra lancha se estropeo y tuvimos que esperar un recambio de una pieza del motor, así a la deriva en uno de los canales del río pudimos disfrutar un poco mas de los pajaritos. Este delta es referido muchas veces como la “joya” de la cuenca del kalahari, es uno de los ecosistemas mas diversos, ricos y bellos de todo el planeta.


Grey Go-Away-Bird
Desembarcamos en un poblado a medio camino de nuestro destino, allí nos subimos a otro tipo de camión “de ganando”. A estas alturas del viaje ya ningún vehículo se me resistía, yo ya trepaba a ellos gracilmente “como una patata”.


los mocoros, esperandonos
Un trayecto cortito y por fin llegamos al embarcadero de los “mocoros”, son unas barcazas completamente planas que antes las hacían con un tronco entero de árbol pero que ahora ya son de fibra.
















subidos a nuestro mokolo,



Eran mi pesadilla desde que contratamos el viaje. Yo creía que no seria capaz de subir ni de bajar de ellas, son tan bajitas que no me hacia a la idea de como hacerlo y además pensaba en como quedaría su linea de flotación al meternos nosotros 2 allí dentro, con nuestro peso mas las 2 mochilas llenísimas y los canales llenos de cocodrilos y de hipopótamos, yo les tenia un pánico atroz a los pobres mocoros.

Toni y los  nenúfares




Pues bien, la primera vez como siempre hice el ridículo pero las otras veces ya dominaba un poco mas el aterrizaje “de culo” y la salida “a gatas”. Además una compi de Astrurias, Gloria, iba todos los trayectos “inspeccionando” y informandonos de nuestra linea de flotación (mucho mas baja que la de los otros mocoros)










nuestro campamento
Fuimos con nuestro “puller” (el mocorista) durante 1 ½ hora navegando, avanzando por los estrechos y frondosos canales de nenúfares, papiros, flores acuáticas blancas y violetas por el día y amarillas por la noche. 



Fue un maravilloso trayecto hasta llegar a nuestro campamento en una isla del Delta del Okawango. En estos canales llenos de vegetación muchas veces los caminos están abiertos por los hipopótamos, aquí hacen las funciones de ingenieros de caminos.


comiendo sentados en los mokoros puestos del reves
el WC de safari






Es como cuando ves en las revistas que un famoso tiene su isla particular, pues lo mismo, una isla solo para nuestro grupo, pero nuestra mansión eran unas pequeñas tiendas de campaña con los sobres del Salar para dormir, un WC “de diseño”, un cubo atado a una cuerda hacia las funciones ducha ecológica (no nos atrevimos a ducharnos) y un salon-comedor que eran los mocoros puestos al reves. 













Suena fatal pero el conjunto era sencillamente maravilloso. 

Una armonía completa con el entorno.

Nuestro mega cocinero, Pijey,  también iba con nosotros para poder seguir alimentándonos, ya les gustaría a muchos famosos tener a un cocinero así en su isla privada.
nuestra isla
En el Delta viven 2 tribus, los Baiyei y los San (estos son los Bosquimanos que hace años vinieron de Namibia). Los Baiyei trabajaban como polers en el campamento.

Nuestras actividades en la isla fueron variadas, jugar a las canciones después de comer, paseo en mokoro por la tarde para ver la puesta del sol (algo increíblemente fantástico, sensación total de armonía con la naturaleza), cena con fogata incluida, vista espectacular del cielo estrellado, y baile y canciones populares con los Baiyei después de cenar. 
nuestra isla









Cormorán






Nos reímos un montón, nos lo pasamos muy bien cantando y bailando con las mujeres y hombres de la tribu.







Tal vez parte de nuestra deshibición fue porque Miryam nos sorprendió ofreciéndonos chupito de Amarula (es una crema de licor que se obtiene con la flor de un árbol del Delta, el marula). Es muy popular y común en toda África, en especialmente en el sur y costa este. Está super bueno, recuerda mucho al Baileys.









Este árbol también se llama “árbol de los elefantes”, su fruto les gusta mucho y al tener
una digestión tan lenta en ocasiones están “un poco borrachitos” después de comerlo.

esperando la puesta de sol


la puesta del sol
la puesta de sol
Después de cenar nos tenían que visitar los San (Bosquimanos) pero nos dieron plantón, parece ser que esta tribu (que ya esta muy mezclada con otras razas de la zona) tiene serios problemas con el alcoholismo, tanto en hombres como en mujeres. 


Es una lástima que el progreso los haya metido en esta adicción.

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